sábado, 14 de diciembre de 2013

APRENDIZAJE EN RED

Podemos hablar de miles de definiciones “Acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa” (RAE); “un cambio en la disposición o capacidad de las personas que puede retenerse y no es atribuible simplemente al proceso de crecimiento” (Gagné, 1965); “la función, que realza ciertos aspectos críticos del  aprendizaje, como la motivación, la retención, la transferencia que presumiblemente  hacen posibles cambios de conducta en el aprendizaje humano (Knowles y otros, 2001)…pero solo una palabra que lo englobe APRENDIZAJE.


A lo largo del tiempo, el aprendizaje se ha visto modificado debido a las necesidades de la sociedad, una sociedad cuya finalidad ya no es la mano de obra sino el conocimiento. Parece muy lejano el momento donde el aprendizaje solo provenía del profesor, máximo sabio y poseedor de la razón en todos sus aspectos, aunque esto es relativamente cercano. Cuando hablamos de aprendizaje ya no hacemos referencia únicamente a las aulas de las escuelas o a las conversaciones que podemos establecer con otras personas, ahora hablamos de autoconocimiento. Por ello, la pedagogía y la psicología de nuestro tiempo combinan sus esfuerzos para responder a las necesidades urgentes de la educación.

Es necesario que, como profesionales tengamos en cuenta el papel que establecen las nuevas tecnologías en el aprendizaje, ya que nosotros mismos podemos seleccionar la información que nos interesa de un gran abanico de opciones. Asimismo, solemos modificar, rediseñar y  compartir aquello que nos resulta interesante y/o relevante para aprender. De esta forma creamos nuestro aprendizaje en red donde las tecnologías de la información y la comunicación se utilizan para promover las conexiones. Y, ¿Qué ventajas tiene este aprendizaje en red?

La experiencia del aprendizaje en espacios virtuales, ha demostrado poseer un enorme potencial para lograr beneficios educativos significativos, tanto para el alumno como para el profesor y para el mismo proceso educativo.

Por ello, podemos decir que el aprendizaje colaborativo o aprendizaje en red tiene multitud de aspectos positivos como: favorecer el aprendizaje activo y centrado en el discente, debido a la implicación que conlleva interactuar con los demás integrantes. Además, rompe las barreras entre profesor-alumno, algo que actualmente aun se encuentra presente en muchas aulas. También ofrece igualdad de oportunidades a los estudiantes quienes en este ambiente de aprendizaje participan haciendo los comentarios que desean, en el momento que lo requieran. Asimismo, observamos que se forman auténticas comunidades de aprendizaje donde el autoconocimiento del que hablábamos anteriormente ejerce una función de peso y enriquecimiento. Al tener que responsabilizarse de su propio aprendizaje y motivar a los compañeros conseguimos fomentar la responsabilidad de los discentes. Y la más importante, el libre acceso dado que cualquier persona puede acceder y colaborar en la información facilitada.

Actualmente están muy de moda los MOOCs (Massive Open Online Course) “cursos donde existe una actividad especializada que brindan personas de experiencia contrastada, que dominan un contenido de aprendizaje y que abren sus materiales y experiencia a los que desean acceder a ellos” (Suárez. C, 2013). En este tipo de cursos se observan de forma explícita las ventajas que supone el aprendizaje colaborativo.  Resulta tan tangible el cambio debido a que el aprendizaje, tanto en contenido como en forma, es el resultado de la implicación de grandes mentes que han hecho hincapié en sus ideas y han conseguido modificar y reconstruir teorías que antes eran inamovibles.

Ahora, nuestras ideas se modifican velozmente y adquieren cada vez mayor validez gracias al contraste de informaciones que hacemos diariamente cuando nuestro “Personal Learning Entorn” (PLE) aumenta. El libre acceso a la información y a la gran cantidad de personas con las que estamos conectados hacen que construyamos Zonas De Desarrollo Próximo (ZDP) sobre gran cantidad de temas en Facebook, Twitter, foros,…que consiguen aumentar nuestro aprendizaje de manera significativa.

En definitiva, como hemos podido ver la exigencia de aprendizajes continuos y de manera masiva es uno de los rasgos más visibles que definen a la sociedad moderna, al punto de que la riqueza de un país no se mide ya en términos de los recursos naturales disponibles, sino de sus recursos humanos y su capacidad de aprendizaje. Con la implementación de las nuevas tecnologías resulta muy importante valorizar y fomentar el aprendizaje en red a través del que podemos ampliar nuestro PLE y con ello nuestro conocimiento. Como profesionales es necesario facilitar herramientas de contraste y selección de información para que en estos espacios de aprendizaje, sepamos discernir entre argumentos relevantes y aquellos que no lo son tanto. Y es que como bien dijo Rodriguez Mena (2003):

“en un acto de cambio, no es posible cambiar sin aprender”




                                                                                                                                                                               

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