Podemos
hablar de miles de definiciones “Acción y efecto de aprender algún arte, oficio
u otra cosa” (RAE); “un cambio en la
disposición o capacidad de las personas que puede retenerse y no es atribuible
simplemente al proceso de crecimiento” (Gagné, 1965); “la función, que realza
ciertos aspectos críticos del aprendizaje, como la motivación, la
retención, la transferencia que presumiblemente hacen posibles cambios de
conducta en el aprendizaje humano (Knowles y otros, 2001)…pero solo una palabra
que lo englobe APRENDIZAJE.
A lo
largo del tiempo, el aprendizaje se ha visto modificado debido a las
necesidades de la sociedad, una sociedad cuya finalidad ya no es la mano de
obra sino el conocimiento. Parece muy lejano el momento donde el aprendizaje
solo provenía del profesor, máximo sabio y poseedor de la razón en todos sus
aspectos, aunque esto es relativamente cercano. Cuando hablamos de aprendizaje
ya no hacemos referencia únicamente a las aulas de las escuelas o a las
conversaciones que podemos establecer con otras personas, ahora hablamos de
autoconocimiento. Por ello, la pedagogía y la psicología de nuestro tiempo
combinan sus esfuerzos para responder a las necesidades urgentes de la
educación.
Es
necesario que, como profesionales tengamos en cuenta el papel que establecen
las nuevas tecnologías en el aprendizaje, ya que nosotros mismos podemos
seleccionar la información que nos interesa de un gran abanico de opciones. Asimismo,
solemos modificar, rediseñar y compartir
aquello que nos resulta interesante y/o relevante para aprender. De esta forma
creamos nuestro aprendizaje en red donde
las tecnologías de la información y la comunicación se utilizan para promover
las conexiones. Y, ¿Qué ventajas tiene este aprendizaje en red?
La experiencia del aprendizaje
en espacios virtuales, ha demostrado poseer un enorme potencial para lograr
beneficios educativos significativos, tanto para el alumno como para el
profesor y para el mismo proceso educativo.
Por ello, podemos decir que el
aprendizaje colaborativo o aprendizaje en red tiene multitud de aspectos
positivos como: favorecer el aprendizaje
activo y centrado en el discente, debido a la implicación que conlleva
interactuar con los demás integrantes. Además, rompe las barreras entre profesor-alumno, algo que actualmente aun
se encuentra presente en muchas aulas. También ofrece igualdad de oportunidades a los estudiantes quienes en este
ambiente de aprendizaje participan haciendo los comentarios que desean, en el
momento que lo requieran. Asimismo, observamos que se forman auténticas comunidades de aprendizaje
donde el autoconocimiento del que hablábamos anteriormente ejerce una función
de peso y enriquecimiento. Al tener que responsabilizarse de su propio
aprendizaje y motivar a los compañeros conseguimos fomentar la responsabilidad de los discentes. Y la
más importante, el libre acceso dado
que cualquier persona puede acceder y colaborar en la información facilitada.
Actualmente están muy de moda
los MOOCs (Massive Open Online Course) “cursos
donde existe una actividad especializada que brindan personas de experiencia
contrastada, que dominan un contenido de aprendizaje y que abren sus materiales
y experiencia a los que desean acceder a ellos” (Suárez. C, 2013). En este
tipo de cursos se observan de forma explícita las ventajas que supone el
aprendizaje colaborativo. Resulta tan
tangible el cambio debido a que el aprendizaje, tanto en contenido como en
forma, es el resultado de la implicación de grandes mentes que han hecho hincapié
en sus ideas y han conseguido modificar y reconstruir teorías que antes eran
inamovibles.
Ahora, nuestras ideas se
modifican velozmente y adquieren cada vez mayor validez gracias al contraste de
informaciones que hacemos diariamente cuando nuestro “Personal Learning Entorn”
(PLE) aumenta. El libre acceso a la información y a la gran cantidad de
personas con las que estamos conectados hacen que construyamos Zonas De
Desarrollo Próximo (ZDP) sobre gran cantidad de temas en Facebook, Twitter,
foros,…que consiguen aumentar nuestro aprendizaje de manera significativa.
En definitiva, como hemos podido
ver la exigencia de aprendizajes continuos y de manera masiva es uno de los
rasgos más visibles que definen a la sociedad moderna, al punto de que la
riqueza de un país no se mide ya en términos de los recursos naturales
disponibles, sino de sus recursos humanos y su capacidad de aprendizaje. Con la
implementación de las nuevas tecnologías resulta muy importante valorizar y
fomentar el aprendizaje en red a través del que podemos ampliar nuestro PLE y
con ello nuestro conocimiento. Como profesionales es necesario facilitar
herramientas de contraste y selección de información para que en estos espacios
de aprendizaje, sepamos discernir entre argumentos relevantes y aquellos que no
lo son tanto. Y es que como bien dijo Rodriguez Mena (2003):
“en un acto de cambio, no
es posible cambiar sin aprender”
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